LA FANZINA DEL MIJARES
Andaba uno almorzando en el bar D´Abajo cuando escuchó:
-- “Y esta tarde subiré el río al
pueblo”
Más tarde, tomando café después de comer, en el mismo bar, la misma voz:
-- “Lo he pensado mejor y lo que
también haré será que el pueblo baje al río y después subiremos todos juntos”
--
“A las 9 (las 21 h) nos reuniremos en el lavadero y bajaremos la cuesta de la calle
Molino hasta llegar a los cañaverales del Mijares”
LA APARICIÓN
Bajo un dosel de verde esmeralda, en
un apacible remanso del río, apareció este objeto.
De haber ido solo, llamada a la Guardia Civil, que los muertos los carga el diablo. Pero como íbamos un mogollón, a verlas venir.
EL DESVENDADO
Y uno que se metió en el agua –más tarde me enteré que el autor del desaguisado-, se acercó al bulto y empezó a arrojarle cubos de agua e ir quitándole las vendas que lo cubrían. Vendas y más vendas. A lo momia egipcia.
LA HUESOS
Después de algunas horas retirando vendas –ni Tutamkamon- y de diversos lavados ecológicos –agua fresca del Mijares- esto es lo que salió del bulto hallado en el remanso del río.
Para destripar el misterio de esta aparición habría que llamar a Temperance Brennan -la Huesos-, la antropóloga forense, escritora de novelas negras y participante, junto al agente del FBI Seely Booth, en investigaciones policiales cuando los restos de las víctimas son irreconocibles.
Y la “huesos” nos dijo que era un cuerpo femenino, de poca edad, como lo atestiguaban sus manitas entrelazadas y que había pasados varios años metida en el agua.
¿Aparición o asesinato?
Cuenta la tradición que hace muchos, muchísimos años, se encontró la imagen del Santísimo Salvador en los límites entre Fanzara y Onda.
Al no ponerse de acuerdo a quién pertenecía la imagen la dejaron otra noche a la intemperie. Al amanecer, la imagen miraba a Onda lo que se interpretó como su voluntad de pertenecer a este municipio.
Por ello, ahora, aprendida la lección, los fanzarinos ensogaron la aparición y la llevaron en volandas, a paso legionario, al pueblo.
BIENVENIDO MISTER LÓPEZ
LA ENTRONIZACIÓN
El director de la orquesta.
El fruto del encuentro.
En el Medievo y en el Renacimiento temprano el árbol del conocimiento del que comieron el fruto prohibido Adán y Eva se representaba por un limonero.
La rosca de pan simbolizando el ciclo de la vida y la muerte.
EL TEMPLO
Un viejo, y desvencijado edificio, se ha convertido en el templo que aloja a la Fanzina.
Joaquín Jara dice, en su blog que “en los procesos internos que dan forma a la creación, se asiste al diálogo entre la materia con la que se construye, la intencionalidad (la pulsión para generarla), el espacio (en que dicha expresión se lleva a cabo) y el tiempo (el factor de transformación)”
Se le ha olvidado indicar la “capacidad de embaucar” a bastantes vecinos de Fanzara para que, en una tórrida y húmeda tarde-noche de mediados de julio bajaran por una empinada cuesta hasta los cañaverales del río a recoger su creación y llevarla en procesión por medio pueblo –calles estrechas y en pendiente- hasta subirla a la balconada de un viejo edificio.
FANZINA
-- Poseidón, Neptuno, contestó.
Oye, que esos son dioses de los mares, y masculinos y aquí tenemos un cuerpo femenino y agua dulce.
¿Qué te parece Ondina, le dije?
Y en eso, una autóctona me dirigió una mirada reprochadora.
-- ¿Cómo se la va a bautizar con el nombre del cercano pueblo que en el pasado se quedó con el Santísimo Salvador?
Nota del traductor: Fanzina, ninfa acuática de espectacular belleza que habitan los lagos, los ríos, los estanques, las fuentes y las acequias, protectora del agua dulce.